Móntese en un carro o en una guagua del transporte público. No deje de pasar por un mercado o un supermercado. Aproveche la cola en el banco. No deje de ir su campo. Ande, pregunte cuál es su candidato a la presidencial en el PRD. Estoy seguro que la mayoría de la gente le dirá que simpatiza por Hipólito Mejía.
Si usted pregunta en las plazas comerciales, en los centros educativos, en las oficinas públicas y privadas, en los hospitales y hasta en los cuarteles policiales y militares, verá que Hipólito debe ganar mucho a poco. Se dará cuenta que de verada, ¡llegó Papá!
Si usted hace esa encuesta personal terminará con una percepción muy favorable a favor del ex presidente Mejía. ¡Verá que la gente está con Hipólito!
Si las elecciones del seis de marzo para escoger el candidato presidencial del PRD se realizan como manda la ley, transparentes, democráticas y en paz, sin intentos de fraudes ni compra masiva de votos para revertir la voluntad popular, Hipólito ganará con un amplio margen.
Pero me temo que no será tan fácil.
El grupo que adversa al ex presidente Mejía no permitirá que las elecciones transcurran en paz, sin sobresaltos. ¡Me temo que no!
La inversión económica en contra de Hipólito es muy superior a la que hizo ese grupo contra el presidente Leonel Fernández en la campaña electoral del 2008 cuando Miguel Vargas era el candidato del PRD.
Ese grupo le está haciendo una campaña sucia y negativa a Hipólito, que es del PRD, que fue presidente del PRD. Sin embargo, no se la hizo, ni se la hace, a Leonel Fernández. (El pacto de “las cortabas azules” tal vez lo explique)
Durante la campaña electoral para elegir a los senadores, diputados y síndicos el año pasado no había dinero. ¡El PRD no ganó un senador! Ahora, para combatir a Hipólito, hay dinero hasta para regalar. (Sólo un medio de comunicación recibirá 259 millones de pesos en publicidad)
Ese grupo que con tanta virulencia enfrenta las aspiraciones legítimas de Hipólito, tiene socios económicos muy poderosos tanto en el país como en el extranjero, según los informes. Por eso el dinero sobra.
Por eso mis temores y mis dudas de que la convención del PRD no será “una fiesta de la democracia”.
Hipólito no es un mequetrefe ni un muñeco de papel que se quedará sentado cruzado de brazos viendo como le arrebatan el triunfo con malas artes. El grupo de Hipólito peleará con uñas y dientes para defender el voto de la gente. (Hipólito no es Guido, ni están en juego los mismos intereses)
Si la Comisión Organizadora de la Convención no se empantalona, si no llama al orden, si no frena el uso desmedido del dinero de los candidatos, si no disciplina la campaña, si no ejerce su papel de árbitro, las cosas pueden terminar mal. ¡Muy mal!
Temo que el PRD termine dividido, con dos candidatos a la presidencia, lo cual sería catastrófico. Si el PRD se divide, tendremos al PLD en el poder por muchos años, para desgracia del pueblo.
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