El
sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa, SNTP, Filial Bonao, vuelve a
involucrarse como cada año en lo que es su premiación “Espiga de Oro”, un
espectáculo que ya muy pocos disfrutan por los yerros que años tras años vienen
produciéndose en las elecciones no solo de sus miembros sino del sistema mismo
de elegirlos.
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Por años se
ha vivido, lo anti ético que resulta el que los directivos del gremio sindical,
busquen ser juez y parte del certamen premiándose estos mismos cuando el evento
bien debiera servir para adecentar la profesión.
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La Espiga
de Oro, debe ser un premio que dignifique la labor profesional del periodista
no dignificar la mediocridad, el analfabetismo, el chantaje y la inmoralidad,
no puede el gremio que agrupa a los profesionales del periodismo en Monseñor
Nouel, continuar traumatizando a la sociedad con tan desacertadas actuaciones
en la elección de los nominados debe entenderse, que no por estar todos juntos deben
reburujarse
.
Los premios
o reconocimientos no pueden cualquierizarse, si un gremio como el SNTP, Filial
Bonao se sacrifica para premiar a sus miembros, debe hacerlo en el marco del
profesionalismo que este vaya alcanzando porque de no ser así, de nada valdría
el riesgo que asumen los periodistas de investigación, los que realizan
reportajes, los analistas y comentaristas de enfoques profundos de las graves
acciones de los funcionarios y de los que realizan denuncias consagrados en la ética
profesional.
.
Mas que
embarcar el gremio en una competencia desleal de sus miembros, “La Espiga de
Oro” debe servir, para enviar mensaje al prototipo de la responsabilidad, del
profesionalismo de la creatividad que sea un orgullo para los trabajadores de
la prensa, salir nominados para optar por un premio o reconocimiento en cada
certamen de esa naturaleza pues la idea debe ser crear talentos expresar estilo
dentro del periodismo y creo que aun estamos a tiempo.
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