Así tituló Milagro Germán un artículo en
febrero del año 2017 y, el que en su momento puso a temblar el gobierno de Danio
Medina.
No nos conocen aquellos que desde un cómodo
despacho entendieron que con un triste número iban a callar nuestros reclamos. No conocen nuestra historia, llena de
dignidades y posturas indoblegables frente a cada abuso que se ha querido
perpetrar contra nuestro pueblo indignado.
No recuerdan que somos los mismos de febrero
del 1844, agosto 1863, abril del 1965 y muchas otras gestas mas, levantados
para confirmar nuestra divinidad, nuestra identidad y la justicia que debe
llegar a todos por igual.
Este 20 de enero, la Procuraduría General de la
Republica anuncio con bombos y platillos el arribo de un acuerdo mediante el
cual la compañía Odebrecht, (Culpable del delito de soborno para conseguir
obras Multimillonarias), se compromete a pagar al Estado Dominicano la suma de
184 millones de dólares, el duplo de los 92 millones que la misma empresa dijo
haber invertido en corromper los principios de un gobierno débil frente al
poder que da el dinero.
El cuerpo de este acuerdo no lo conoce el
pueblo, defraudado por sus autoridades. No
sabremos nunca a donde vana parar esos fondos obtenidos de una negociación
apresurada, turbulenta y secreta.
¿Tienes el Procurador la prerrogativa de
negociar a espalda de la ciudadanía y en su nombre, el monto del irrespeto?
¿Se ha molestado el procurador en investigar la
cantidad real del dinero que se han llevado entre las manos funcionarios del Estado
en aprobaciones, sobreevaluaciones, comisiones y todo el intrincado mafioso por
el que hay que pasar para conseguir una obra de esta envergadura?
¿Por cuál razón determina el Procurador que no
vamos a perseguir criminalmente a los responsables de un fraude que ya lleva en
la regio mulples detenciones, ignorando el hecho de que el crimen confesado no
requiere de pruebas para ser perseguido?
Definitivamente, estos no nos conocen.
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