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| Carlos Brito |
El año 2012, esta a punto de cerrar su ciclo de 365 días, de 24 horas cada uno, 52 semanas de 7 días y 12 meses, 6 meses de 31 día y 6 de 30, culmina con la perdida de reputación y credibilidad de muchos comunicadores sociales en la provincia Monseñor Nouel, algo muy penoso.
Mi ya fallecida abuela Adelina Brito Pichardo, me decía siempre que la reputación y la credibilidad de las personas constituían un tesoro el cual tanto el hombre como la mujer deben llevárselo a la tumba.
No tengo en este momento al escribir este articulo, el nombre correcto de un escritor y periodista que dijo en uno de sus libros, "La credibilidad es como la virginidad de la mujer, una vez que se pierde nunca mas se recupera y este año 2012, ha servido para que muchos comunicadores sociales pierdan su virginidad, pierdan su credibilidad y reputacion en la población
Para no decir todos, pero en Bonao se pueden contar con los dedos de una mano y de esta sobran los periodistas y comunicadores sociales que han reservados sus reputaciones y credibilidad en la sociedad, la gran mayoría de estos la han utilizado como alimento para los burros.
Da pena y vergüenza, que decenas de periodistas hayan hecho en el 2012, el Típico Bonao, una especie de oficina para ofertarse al mejor postor o cuando no, se convierten en limoneros pidiéndole dádivas a políticos, artistas y funcionarios que pasan por esos lares, otros rentan un programa de televisión, para atrincherarse en este para desde allí chantagiar a todos aquellos que estos creen poder sacarle dos pesos, todos esto pasa a la vista indiferente de los organismos que dicen representarlos entiéndase el Colegio Dominicano de Periodistas (CDP), y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa, (SNTP).
Estas dos instituciones, deberían escribir o pronunciarse contra este déficit de credibilidad que debería reinar en la prensa de Monseñor Nouel, entender que el periodismo es un sacerdocio, es como el comunismo donde la igualdad de condiciones debe reinar siempre.
El 2012, sirvió para que un sinnúmero de hombres y mujeres se engancharan a la profesión de periodista para como única meta, tener el chantaje en su agenda del día eso que antes, se creía solo existía en el periodismo de arte y farándula ya cubrió todos los sectores en Bonao.
Aunque no se como terminare mis días pero pienso que el mejor de los tesoros de que me hablaba siempre mi difunta Abuelita, me lo llevare a la tumba, que es mi reputación, y mi credibilidad, la que no negociare ni pondré en juego nunca pues ni me alquilo, ni pido ni me vendo como muchos periodistas y comunicadores en el Típico Bonao.
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