Al parecer la guerra le ha
sido declarada al síndico Alberto Marte, con referencia a la celebración del
carnaval 2014, en la que un amplio grupo de jóvenes promotores de nuestra
cultura ha decidido sublevarse
violentando así, normas y criterios en el ordenamiento municipal.
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No es un secreto para nadie que
solo el Ayuntamiento del o los municipios tienen la potestad de dirigir estas
fiestas, estos deciden y tienen la ultima palabra al respecto pero de ahí a que se comercialice con este y sus
participantes es otro enredo el que no debe ser ignorado.
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Siempre hemos pensado que para
los pueblos cambiar, deben sus instituciones sociabilizar por difícil que sus diálogos
parezcan, el sindico Alberto Marte, debe mostrarse sincero con los grupos
carnavalescos pues no por casualidad su mayor comercializador ha decidido poner
en sus manos millones de pesos para que el país y el mundo conozcan nuestras
tradicionales fiestas.
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Quizás a muchos se les hace difícil
reconocer o ponderar este comentario porque de seguro es más fácil buscarle una
quinta pata al gato, pero se trata de nuestra cultura de la que nadie puede
amenazar con boicotearla al precio que
sea; sabemos que se trata de posturas
institucionales las que han dejados brechas muy anchas desde las cuales se ven
apetencias personales y las que al parecer, buscan satisfacer egos en vez de
soluciones efectivas y que redondeen beneficios colectivos.
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Es tiempo de un dialogo entre los
grupos carnavalescos y las autoridades edilicia las que muy a pesar de
encontrarse rodeados de las mas sofisticadas armas, cuentan con las leyes, normas y atribuciones rectoras del carnaval de
Bonao, aunque claro esta, el Ayuntamiento no debe central de manera exclusiva
estas fiestas, pero como se están poniendo las cosas, los regidores deben
asumir por separado, sus responsabilidades olvidar por
un momento el maridaje existente con Alberto Marte y obligarlo a cumplir con sus
compromisos municipales de cara al sol, transparentar su labor.
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Deben estos los regidores, emprender
o suscribir verdaderas soluciones a las quejas del pueblo no deben estos
permitir que Alberto Marte cualquierice
su labor simple y llanamente por este huirle a sus responsabilidades,
silenciemos los grupos carnavalesco sentados todos en la mesa de las
negociaciones de esta manera silenciamos el escándalo carnavalesco.
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