A sus 56 años se anima a hacer topless y a hablar sin tapujos para una publicación norteamericana.

En una entrevista con el mago e ilusionista David Blaine, la artista norteamericana expresó su particular visión de la vida  y se 'destapó', participando además en una sexy sesión de fotos.

Blaine, que llevó para la entrevista una baraja con preguntas que la cantante iba seleccionando al azar, la interroga sobre lo qué sentiría de estar aislada totalmente por un día. "Pienso que realmente lo disfrutaría, la quietud y el silencio, porque siento como si la gente siempre estuviera hablándome, preguntándome cosas, interrogándome, pidiendo información, trabajo, música, sonidos fuerte, niños, no tiene fin. La idea de un día entero de silencio suena muy seductora para mí", dijo la cantante. 

También hablo de su escena favorita en una película, una toma en slow-motion de In the mood for love de Wong Kar-wai. Afirmó estar obsesionada con la muerte tras el fallecimiento, cuando Madonna aún era muy joven, de su madre. "Me obsesioné mucho con la muerte y con la idea de que nunca vas a saber cuándo la muerte va a llegar, entonces tenemos que hacer tanto como sea posible todo el tiempo para sacarle lo máximo a la vida". 

Madonna aseguró además aprendió a surfear este verano  y que en caso de tener que llenar una nave espacial con reliquias humanas, la llenaría con discos de Chopin, agua bendita, un rollo con el Antiguo Testamento, una ajedrez con sus piezas y algo con qué escribir: Papel en blanco y una pluma fuente con tinta.

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