
El folclor, las costumbres
populares son inherentes y pertenecen a
cada pueblo por lo que nadie puede sentirse amo y dueño de dicho atributos.
Aclara que atentar al fracaso del
carnaval es digno de calificarse ser un asesino de la cultura, un asesino del
folclor, dado que es lo único tradicional que le queda vivo a los pueblos, pues
si matamos esta tradición, matamos al pueblo mismo.
Williams Santos, refirió que el
carnaval debe celebrarse por encima de los intereses personales de sus actores porque a fin de cuenta, no es
de ellos sino, del pueblo.
Aquellos que hoy se niegan a
participar del Carnaval de Bonao, harían mejor papel apartándose sin intentar
echarle una pasta de jabón al cocido para dañarlo pues si tanto lo aman no lo
asesinen.
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