La cueva de los Tucanes, ha movido a ciertos defensores
entre comilla de la cultura carnavalesca a enfocarse en el concepto y diseño
que sus mentores han decididos exhibir este año 2020, algunos han dicho que esto es una estocada
mortal a la cultura.
Pintan en sus conceptos críticos una doble
identidad pues ayer esta misma cueva exhibió publicidad de empresas licoreras,
e incluso de la minera falconbridge y nadie ni por asomo realizó una crítica
como si pareciera, que el Romo y la
Cerveza, son medicinales, que el polvillo emanado de la Loma la Peguera, resulta
ser la mejor dieta para alimentar la familia de Monseñor Nouel, que las pancartas
exhibidas dentro del carnaval de sus candidatos, no generan contaminación visual entonces, ¿Dónde radica
la doble moral?.
Ahora resulta que es irreverente usar este
espacio con afiches alusivos a candidatos, que constituye un delito y que por tanto la
Junta Central Electoral debe actual, estos
que critican con o sin razón el diseño de la Cueva de Los Tucanes, estamos más
que seguro, que si se tratara de candiditos de su preferencia otro gallo cantaría
en el corral.
Todos aquellos que se han ufanados en contra
del diseño que hoy exhibe la cueva de los Tucanes, enseñan no sólo el refajo
sino, los panties y calzoncillos pertenecen al Partido de la Liberación
Dominicano, PLD, algo que no les queda bonito dado que el carnaval ha sido utilizado
por todos los sectores políticos para exhibir sus dotes es incluso algunos
hasta grupos carnavalescos han creados para vender sus nombres al electorado.
A la cultura se le aporta desde diversos
espacios pues no pueden decir estos moralistas, que exhibir una publicidad de
una empresa licorera en mas loable que exhibir la figura de un candidito a un
cargo electivo por lo que no entiendo, ¿De cuál doble moral hablan?, acaso no
ven que toda la zona del carnaval esta cubierta de promoción de casas licoreras
e incluso son las que más se anuncian y motivan a consumirlas de la que no están
exentos los niños entonces de que preservación cultural hablan.
No impera en el diseño de la cueva de Los
Tucanes ningún irrespeto contra nada ni contra nadie, los carnavales en
especial el de Bonao, el que siempre ha sido el mercado de venta de los políticos,
algunos en demasía otro de manera tímida.
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