Farsantes de la cultura de Bonao quedan haciendo bembitas al derrumbársele planes de no celebrar Carnaval


Nueva vez se le cae la trama a los que pretendían hacer su agosto en febrero anunciando el que éstas tradicionales fiestas carnavalescas, fueran suspendida este año 2020 y, hasta nuevo aviso.

Pretendían esos farsantes de la cultura carnavalesca de Bonao, que le hablaban a un pueblo ignorante, a un pueblo que no conoce de su corrompida trayectoria en estos menesteres en los que solo buscan lucros personales y como en todos los extractos, encuentran a sus pasos adeptos que se adhieren a causas nefastas sin importar consecuencias.  

Incluso periodistas que por años se han identificados con el Carnaval de Bonao, hoy se muestran opuestos a la celebración de estas fiestas las que por demás, es parte de la  historia cultural de Bonao,  obviando de esa manera su responsabilidad con la sociedad la que deben sustentar en denunciar la corrupción y defalco a que esos mismos que hoy defienden han generados en sus momentos en contra de la cultura carnavalesca..  

Todos aquí sabemos con nombre y apellido quienes por años han defalcado y enviado a la basura institucionalmente el Carnaval de Bonao,  quienes hoy,  dicen defenderlo a uña y diente olvidando, que son grandes farsantes de la cultura de Bonao,  por suerte,  el sector carnavalesco despertó y ha impedido que esos gángsters de la cultura se apropien de lo que no le pertenece ni le ha pertenecido nunca.

Puede bien notarse, el odio que impera en quienes hablan hoy en contra de las fiestas carnavalescas, incluso comunicadores y periodistas los cuales escriben en sus redes sociales términos despectivos contra estas fiestas olvidando el suficiente espacio que tienen para orientarnos sobre el porque estas fiestas no deben celebrarse, adhiriéndose a esos caga espacio en las redes sociales. 

Hoy y gracias a la dimensión de un hombre visionario como el empresario Luis Medrano,  estas fiestas culturales Bonao no dejara de percibirla, de disfrutarla, de vivirla, de tener evidencia clara y precisa de ser participe de 90s años de historia cultural iniciada en el año 1930, pero modernizado hace apenas algunos años.

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