Rocío Carrasco ha sorprendido a la audiencia de Televisión Española al mostrar una parte de sí misma que pocos conocían. Pero no se trata de un episodio revelador de su vida, sino de una parte de su anatomía que solo su círculo más cercano conocía en detalle.
La hija de Rocío Jurado irrumpía en el plató de ‘Lazos de sangre’ para hablar de la vida del clan Nieto, cuyos miembros más conocidos son Ángel Nieto y su sobrino, Fonsi Nieto. Lo hacía ataviada con un espectacular vestido de rayas de su madre. «Creo que es del año 67 o 68», decía ante un fascinado Boris Izaguirre, presentador del programa.
Rocío, con una larguísima coleta alta, estaba realmente espectacular con el modelo de la chipionera.
El venezolano la animaba a ponerse de pie y lucir palmito con el impresionante diseño que, -todo hay que decirlo-, le sentaba como un guante.
Fue así como el escritor hizo un comentario sobre su tatuaje en la espalda, que la madre de Rocío Flores mostraba sin pudor, aprovechando el escotazo en la parte trasera de su atuendo.
El tatuaje en cuestión es un enorme Ave Fénix que cubre casi la totalidad de su espalda.
Este pájaro mítico de la mitología griega es capaz de renacer de sus cenizas. Sin duda alguna se trata un dibujo cargado de significado para ella. De él ha explicado que se lo ha hecho un gran amigo suyo.
Aunque sobre los motivos por los que se ha grabado este animal imaginario en su piel no ha dado detalle alguno. A buen entendedor, pocas palabras bastan. Rociíto se siente identificada el ave legendaria que muere y se descompone tras arder en las llamas y es capaz de nacer de nuevo.
Rocío Carrasco no es la única de su clan que luce tatuajes en la piel. Su hija Rocío, al iual que ella, lleva varios. Uno de ellos es una frase que comparte con su novio, Manuel Bedmar.
El joven lleva escrito en su cuello: «Que todo fluya». La joven, por su parte, tiene la continuación de la frase –«y nada influya»– en una de sus muñecas. Hace tres años, la nieta de ‘la más grande’ se hacía un tatuaje a la vez que su tía Gloria Camila. Juntas acudían a un estudio de ‘tattoos’ y, allí, la hija de Ortega Cano fijaba para siempre «Freedom», una palabra anglosajona que en castellano significa «libertad».
Rocío se tatuaba «Nothing is lost forever». Una frase que, tras siete años sin hablarse con su madre, cobra especial sentido. Porque significa «nada está perdido para siempre». ¿Una prueba de que nunca ha tirado la toalla en su camino a la reconciliación con su madre?
Horas antes de mostrar su tatuaje en directo, Rocío Carrasco volvía a ser noticia en el plató de ‘Sálvame’. Su tío Amador Mohedano intervenía en el programa para desmentir las declaraciones de Carmen Borrego.
Ésta ha dicho en ‘Viva la vida’ que el exmánager le había pedido que quitara a su sobrina de su sillón en ‘Qué tiempo tan feliz’ para darle trabajo a su entonces esposa, Rosa Benito. «Decir que yo la llamaba para que quitaran a mi sobrina Rocío para que metieran a Rosa… ¡En qué cabeza cabe! ¡Qué poca vergüenza!», se lamentaba en un audio enviado a Antonio David Flores..
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