En un ridículo encuentro mecanizado fuera de
contexto, el candidato a senador por el Partido Revolucionario Moderno, PRM, Héctor
Acosta, /El Torito/, presentó a la militancia y dirección de esa organización una
amañada y espectacular propuesta sobre si quería la militancia, que el fuera su candidato a senador.
Por fracciones de segundo, los presentes
guardaron silencio, lo que raudo uno cuatro o cinco gatos, notaron la frialdad
e iniciaron los aplausos lo que como siempre resultan contagiosos.
El Torito, montó un Show y por poco se le cae, él
mismo sabe que no goza de la preferencia de la militancia del partido, sabe que
no es la vía de decirle al electorado aquí estoy con la Fe, de volver a creer
en mi pueblo y en mi gente, sabe que no es la persona idónea en el PRM, para
llevar a feliz termino una candidatura a senador.
Como dice Ala Jaza, *Esto no es para Loco
Viejo*, la Fe, se práctica con
creencias, con realizaciones y bondades, El Torito, dice, *Vine abrir las
ventanas*, cuando debió decir, *Estoy aquí con las ventanas abiertas*. Si vino, es porque se regresará a su Santiago,
desde donde piensa manejar su proyecto político como si tal fuera su carrera artística
la que mundialmente no solo la de él sino de cualquier artista se maneja desde
un cuartucho de mala muerte.
Refirió El Torito, a modo de chantaje, que ha
recibido todas las ofertas del mundo para que deje su parcela política como si
fuera un gran líder de masa prefiriendo éste
continuar en la oposición y en su PRM.
El Torito pidió torpemente la unidad del
partido, como si en los actuales momento éste tuviera dividido buscando así, confundir
a los presentes pues si impera un disgusto, radica en que él mismo, no ha
sabido asumir con responsabilidad su papel como candidato a senador, le huye a
la gente, le huye a los procesos por lo cual pasan los candidatos a cargos
electivos aquí y, en cualquier parte del mundo, su propia actitud, como político
permite que la gente se le aleje y no crea en él.
Todo relajo tiene su momento serio, el Torito debió
en ese Espectacular Show, presentar al comité ejecutivo provincial su renuncia
a la candidatura, ahí si el asunto fuera histórico, paro en la forma que lo
hizo, se enfoca en una charlatanería de su parte, Héctor Acosta, debe ponerle
caso a su corazón, el cual le pide abandonar lo que él llama un proyecto político,
esto no es para muchachos ni para invento, esto es de realidades, de resolver,
de bajar al río a conseguir el pescado al precio que sea.
El Torito, percibe que no cae bien en las bases
del PRM, y por no dar su brazo a torcer, monta estos espectáculos de mal gusto.
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