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Es lamentable que la práctica de la censura en los medios de
comunicaciones sea algo que exista en nuestro país por parte de los
ejecutivos y propietarios de esas empresas que tienen como fin informar.
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Pero más lamentable debe ser cuando la censura se le aplica a un
comunicador por haber denunciado algo que le afecta directamente, y que
sirve de advertencia para evitar que le pueda pasar a otros ciudadanos,
y este es el caso de la locutora Tatiana del Rosario, quien por
reclamar sus derechos por radio fue cancelada de La 91
fm.
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Al parecer el
dinero compra todo y hasta la conciencia y el propósito social de que
tiene cada empresario ya que ninguno de sus patrocinadores se le puede
tocar aunque no cumplan con sus compromisos.
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