Cada año y
como si fuera un fenómeno de una cultura desconocida, vemos como el carnaval de
Bonao gira hacia el atraso, por años y de manera paciente vemos como esta ya
tradicional fiesta se sumerge en el fango de la desaparición cuando la realidad
debería ser otra.
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Los
organizadores del Carnaval de Bonao, dentro de sus altas y sus bajas no han
sabido capitalizar el arte de la superación, no han visualizados el momento
para su desarrollo sostenible por igual, tampoco se ha tenido momento de
democracia y equidad donde cada grupo carnavalesco tenga inclusión social.
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Cientos de
planteamientos se han generados, muchos
de ellos giran en la superación y transición de su desarrollo pero todo llega
hasta ahí, pues desde que se anuncia la repartición de dinero, enseguida todo
proyecto se rompe pues aparecen unos Padres Billini, que todos los quieren
acaparar como es el caso especifico del Ayuntamiento del Municipio de Bonao,
que de buenas a primeras ha querido secuestrar en cierto modo la celebración de
estas fiestas sin tener condiciones definidas cultural ni políticamente requeridas
para su empoderamiento.
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El dinero o
la comercialización en el Carnaval de Bonao, ha sido la bujía inspiradora del
caos, ha resultado en su momento histórico el desorden y el descrédito personal
donde la inmoralidad de cada presidente ha jugado su papel, estos factores se han matizados en todas las
directivas de esta organización, pues cada transición económica ha traído momentos
amargos pues pareciera que cada comité gestor, fuera a la entidad a buscarse lo
suyo por lo que siempre termina en el lodo y bajo la mirada indignantes del
municipio.
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A excepción
de José Montero y Piro Espinal, no ha podido verse en el Carnaval de Bonao, una
gestión traducida en importantes aportes a la superación cultural de estas
fiestas, todas se han traslucidos en la repartición de bienes económicos,
ninguna han enfrentados los desafíos que generan las investigaciones culturales
y las que van en beneficios de toda la municipalidad.
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Lamentable
es decirlo, pero cada año el Carnaval de Bonao, se encuentra en la senda del
atraso, de las trabas de todos aquellos que solo quieren ir a la institución a
enriquecerse económicamente no a enriquecer la cultura y todo, porque no hay
reglas claras pues de haberlas, tendríamos un carnaval modelo y altamente competitivo.
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Para el
próximo año 2016, vencimiento de la comercialización por parte de su actual
gerente Luis Medrano, el Carnaval de Bonao, debe arrancársele al Ayuntamiento
Municipal, este no debe continuar en las manos de los regidores y el sindico
pues total nada les aportan a este mas que el caos y el desorden además, no
existe en estos, una tradición cultural aunque si, empresarial,
es por los que cada grupo carnavalesco debe ya empoderarse de sus ideas
para de una vez y por toda ser capaz de unificarse y ganarse así la soberanía y
el respeto, mostrarse fuerte frente a tanta charlatanería impresa en una
institución municipal como la nuestra.
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