"Ya no soy un niño", afirma tajante Justin Bieber en la revista 'V'. Sin embargo, admite que tampoco se considera un adulto. "
Todavía estoy aprendiendo", dice al respecto el canadiense cuando está a punto de cumplir los 18 años. Más maduro y seguro de lo que quiere, el cantante no duda en hablar sin tapujos acerca del sexo, la religión y las drogas ahora que encara una nueva etapa de su vida en la que muchos esperan que haga como otras muchas estrellas adolescentes y se de a la vida loca.
Sin embargo, parece que ese estilo de vivir dista mucho de lo que quiere Justin Bieber. "No voy a tratar de cumplir con lo que la gente quiere que sea o empezar a salir de fues y que la gente me vea tomando alcohol. Quiero hacerlo a mi propio ritmo", dice, confirmando, no obstante, que seguirá manteniendo una imagen limpia y pura. "No quiero empezar ahora a cantar sobre cosas como el sexo, las drogas o la religión", dice contundente el novio de Selena Gómez.
Consciente de que su éxito puede ser pasajero, Justin Bieber dice estar preparado para trabajar duramente y mantenerse en la misma situación en la que ahora está. Es decir, en lo más alto. Con ganas de superarse a sí mismo, el cantante se muestra incansable y con numerosas metas en su vida. "Con el tiempo, quiero llegar a ser el mejor en lo que hago. El mejor en el mundo", dice convencido. "No quiero que la gente piense que soy un simple ídolo adolescente", reconoce, añadiendo, además, que espera hacer algo que nadie haya hecho anteriormente.
Y si sin tapujos habla de sexo, drogas y religión, admitiendo que no se considera religioso sino espiritual, a pesar del gran tatuaje que lleva en la pierna con la cara de Jesús, también sin tapujos habla acerca de cómo se ve a sí mismo y de las críticas que despierta en mucha gente. "Muchos de los que dicen que odian a Justin Bieber no han escuchado nada de mi música", dice en la entrevista en 'V'. "Solo odian la idea que tienen de mi. Soy joven, soy guapo, no quiero parecer presuntuoso, pero creo que es por eso", añade.
Convencido de que si está en lo más alto no es por casualidad, Justin Bieber termina su entrevista en la revista 'V' confesando que no tiene miedo a sufrir los problemas que tuvo su idolo, Michael Jackson, por obtener la fama a tan temprana edad.
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