El cantante ha sufrido el accidente en el WiZink Center, donde actuaba con Serrat, mientras hablaba con el público
Volvió a suceder en 2018, dentro de la gira de Lo niego todo a la hora y media de actuación se quedó sin voz por "una disfonía aguda consecuencia de un proceso vírico" y obligó a cancelar los cuatro conciertos restantes de la gira. La endeble salud de hierro de Sabina ha sido noticia en muchas más ocasiones, especialmente cuando fue víctima de un derrame cerebral en 2001 del que se recuperó.
El cantante Joaquín Sabina,
que este miércoles ha cumplido 71 años, ha dado un buen susto a sus
seguidores al caerse fuera del escenario en el WiZink Center, en
Madrid, durante un concierto que ofrecía junto con Joan Manuel Serrat.
El
artista ha sido llevado en camilla fuera de la vista del público y ha
sido examinado por los médicos del centro de conciertos. Poco después
volvía en una silla de ruedas empujada por Serrat para anunciar que se
suspendía el concierto porque se había hecho daño: "Estas cosas solo me
pasan en Madrid, lo siento muchísimo, me he dado un golpe muy fuerte en
el hombro que duele mucho y me hace que tengamos que suspender con todo
el dolor", ha explicado ante un Wizink Center lleno ovacionándole.
El
concierto empezó a las 20.30 horas en el antiguo Palacio de Deportes de
Madrid. La parada en la capital formaba parte de la gira No hay dos sin tres, la tercera que hacen juntos ambos artistas y amigos desde hace décadas. Pasadas las 21.00, tras un solo de Serrat, el cantante jienense iba caminando mientras hablaba con el público para presentar Mediterráneo, el tema más conocido de su compañero de fatigas, y ha perdido pie, según asistentes al concierto.
Tanto
la megafonía del pabellón como la promotora han apuntado al 22 de mayo
como fecha en la que Joaquín Sabina y Joan Manuel Serrat retomarán
presumiblemente esta cita que, como la celebrada hace unas semanas en el
mismo espacio, tenía todo el aforo agotado.
Otros incidentes
No
es la primera vez que el intérprete jienense sufre un percance en el
WiZink Center que le obliga a suspender un concierto. Ya sucedió en 2014
a pocas canciones del final. Según él, fue debido a problemas de
estómago, aunque en un primer momento afirmó que había sufrido una
crisis de pánico escénico.
Volvió a suceder en 2018, dentro de la gira de Lo niego todo a la hora y media de actuación se quedó sin voz por "una disfonía aguda consecuencia de un proceso vírico" y obligó a cancelar los cuatro conciertos restantes de la gira. La endeble salud de hierro de Sabina ha sido noticia en muchas más ocasiones, especialmente cuando fue víctima de un derrame cerebral en 2001 del que se recuperó.
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