Fue una verdadera filípica la que soltó monseñor Francisco José Arnaiz en el sermón de la eucaristía con motivo del Día del Poder Judicial. Cuestionó las ambiciones de poder y a los funcionarios que dijo se adueñan de los ministerios como si fueran patrimonios personales. Al tiempo de sugerir que se limiten los poderes, el obispo auxiliar de Santo Domingo consideró que para desempeñar un cargo público se debe tener virtud y la gallardía suficiente para delimitar los intereses. En medio del particular clima político que vive el país es obvio el blanco del mensaje del religioso. Pero el sistema judicial no se quedó sin recibir sus críticas. Tras reclamar un verdadero acceso a la justicia, el religioso exhortó a los jueces a garantizar una sana y rápida administración de justicia. En presencia del presidente de la Suprema Corte de Justicia y del procurador general de la República, monseñor Arnaiz lamentó el elevado número de presos preventivos y recordó que una justicia tardía, es una justicia denegada. Y pidió a los jueces asumir su responsabilidad sin dobleces. ;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;; |
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