El maestro Ramón
Orlando, uno de los pilares de la música popular dominicana, vaticinó
que si en cinco años no aparece un relevo generacional en el merengue,
el ritmo podría desaparecer.
Al sustentar su planteamiento
explicó que es escaso el público joven que sigue apoyando las
presentaciones de la denominada época dorada del merengue de los años
80. “En honor a la verdad no tenemos quien nos represente en un público
de 18 ni de 17 años. Un Fernandito Villalona con todo ese carisma...o un
Alex Bueno, Milly Quezada, Sergio Vargas, Dionis Fernández, Bonny
Cepeda, Aramis Camilo... eso no existe”, dijo.
Recordó que todos
los exponentes del merengue pasan de los 50 años y tienen a un público
que se desarrolló con esa propuesta musical y algunos jóvenes van a las
fiestas que ellos protagonizan.
Ramón Orlando, que el próximo
sábado actuará junto a Sergio Hernández en el bar Lucía, dijo que en su
paso por la música siempre ha hecho experimentos en la búsqueda de un
nuevo sonido.
“Soy un vanguardista y en eso estoy ahora. Busco
algo que pueda levantar el ánimo de un público que tiene 20
problemas...busco refrescar el merengue, pero que pertenece al siglo
veintiuno. No podemos seguir estancados. No hay que vivir añorando el
pasado, eso fue muy lindo pero no podemos seguir en eso”, comentó al
recordar el aporte de figuras como Manuel Tejada, Bertico Sosa, entre
otros.
Indicó que los exponentes de la salsa, bachateros e intérpretes urbanos tienen a gente joven.
“Si
eso no cambia, el merengue se muere en cinco años. Si no encontramos la
solución morirá, porque será una música de viejos”, sentenció.
El
laureado artista expuso que el merengue se nutrió de la Santa Cecilia y
a partir de ahí aparecieron Johnny Ventura, Wilfrido Vargas, Juan Luis
Guerra, Manuel Tejada, Pochy Familia, Dioni Fernández, Sergio Vargas y
figuras que como él le impregnaron el color de la época al merengue.
“Eran ideas nuevas, no era algo acuñado en lo viejo. Nosotros remozamos y
cambiamos el merengue. Pusimos a la orden del día al merengue. Recuerdo
que en una ocasión el profesor Juan Bosch nos dijo que lo que hacíamos
no era merengue, porque estábamos muy distantes de Compadre Pedro Juan”,
expresó.
Defendió la labor que desempeñaron en su momento
intérpretes del merengue como Omega o Tito Swing, los que sirvieron como
muro de contención ante el avance del dembow. “Esos muchachos hicieron
su trabajo con merengue diferente. Llegaron en un momento en el que no
había nada fresco en el merengue”, dijo.
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