Han pasado ya nueve años desde que Ricky Martin cumpliera el gran sueño de su vida, convertirse en padre. Sus pequeños Matteo y Valentino aterrizaban en ella para ponerla patas arriba e inundarla de amor del bueno, un amor que le ha transformado en todos los sentidos y enseñado lo que es querer de forma incondicional.
Sus hijos son su máximo orgullo, su mejor premio y así los presume cada vez que puede en redes sociales con sus otros amores, sus seguidores por años que están encantados de verle tan feliz. Su más reciente publicación muestra al cantante puertorriqueño con uno de ellos en una exposición de arte.
Le sostiene en brazos, a pesar de lo grandote que está, porque en realidad es su bebé. A juzgar por esta hermosa foto el pequeño (¡no tanto de tamaño!) es la viva imagen de su papi, quien esboza una sonrisa de oreja a oreja al tener a su hijo tan cerquita de él. Sus poquitos ratos libres son para ellos de principio a fin.
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